Semana Santa: en el Hipódromo de San Isidro la casa no está en orden.

Emulando a los carapintadas hace 30 años atrás, y con la misma rebeldía, Pablo Piffareti se atrinchera en el hipódromo, y ni siquiera obedece a su presidente. Cercado por denuncias de malversación del fondo de reparación, permisividad con el juego clandestino y desmanejo de su gestión, el terco presidente de carreras del Jockey Club optó por la estrategia de hundir a los que lo rodean con él si cae en desgracia. Con medidas desesperadas de último momento como consultar sobre eventual ayuda política en la municipalidad a través de emisarios (cosa que le fue negada), o utilizar el tráfico de influencias mediante la amistad de su hijo con el titular de loterías de la Provincia de Buenos Aires, Agustin Lanusse (que muestra una inusual tibieza al lado de la gestión del díscolo Meliton), Piffaretti sabe que de ésta no sale bien parado, y está dispuesto a utilizar el máximo de sus influencias para no quedar solo.
Toda esta movida generó un cisma en la comisión directiva, la mayoría de los cuales no pueden entender la razón por la cual una persona tan claramente tóxica y acusada de delitos graves aún ostenta tanto poder.
Hemos recibido por la dirección de email de denuncias diversas interpretaciones de esta situación, pero hay que rescatar algo. Mails de diversos colores coinciden en su apoyo a este blog que pareciera ser la única fuente de conocimiento de lo que pasa en el jardín trasero de la casa de miles de socios del club que piensan que sus funcionarios los cuidan sin saber lo que se cocina a pocos metros de los drivings o campos de deportes. Con la excepción de unos pocos mails anónimos amenazantes enviados casualmente desde la gerencia de carreras, es claro que propios y ajenos, amigos y enfrentados, no avalan las maniobras dictatoriales de este oscuro personaje y de su protegida asociación ilícita.
Desde la editorial del blog tenemos que aclarar que también condenamos la soberbia de algunos de los personajes referidos en estas notas, que se preocupan por su imagen, pero no se han preocupado de separarse de las actividades ilícitas o de los personajes que las promueven. Como dice en el apartado "Quienes Somos", este blog no es del Jockey Club, sino de la familia del turf, por eso compartimos un espacio para todos aquellos miembros de la misma de cualquier hipódromo, stud o haras que sientan la necesidad de denunciar actividades de mafias organizadas, pero tienen miedo de sufrir represalias si lo hacen abiertamente. Un reflejo de esto es la diversidad de notas escritas gracias a la diversidad de fuentes, y por suerte podemos adelantar que estamos procesando mucho material más de todos los hipódromos que se publicará en las próximas semanas.
Poco interesa a los que escribimos la situación de una u otra lista de candidatos de un club, menos nos interesa como mencionan algunos de los mails recibidos el pedido de proteger el status quo de una institución que no se preocupe de limpiar sus manzanas podridas, máxime cuando la plata que están robando alguno de sus dirigentes no es la de una cuota social de un socio sino la de los impuestos de los ciudadanos. Por eso aclaramos que vamos a destacar y favorecer cualquier acción honesta y vamos a condenar y denunciar cualquiera que no lo sea, en cualquier aspecto y lugar de nuestra querida actividad.
Finalmente, instamos a los tres responsables de controlar la actitud del rebelde presidente de carreras: el presidente del Jockey Club, el Director de Loterías y Casinos y la Gobernadora Eugenia Vidal, mediante los instrumentos que correspondan, para evitar que se siga malgastando los casi 40 millones de pesos mensuales recibidos por el estado, y esperamos que Piffaretti se deje de reír de todos nosotros como hace en la foto...
Hemos sido pacientes en transmitir el mensaje y sabemos que ha sido completamente recibido, sin embargo, los cambios no se dan y el presidente Miguel Crotto le sigue teniendo miedo a Piffaretti, y el desmanejo continúa. A partir de ahora publicaremos todas las situaciones particulares de malversación con nombres y apellidos, que han sido denunciadas en la justicia y mediante informes particulares, y los elevaremos a las autoridades mencionadas. Como dijimos señor presidente, tome las decisiones que tiene que tomar de acuerdo a sus responsabilidades legales como primer funcionario del club y del Jockey Club y como ciudadano de bien, o la historia y tal vez la justicia lo van a juzgar.